El Plan Estratégico aspira a que la cultura genere unos 25.000 empleos hasta 2020

La Asociación Plan Estratégico ultima sus líneas de trabajo para los próximos años tras haber cumplido su primera década de vida. Y el futuro pasa por la cultura, según avanzó ayer el alcalde, Juan Carlos Aparicio, tras la reunión de la junta directiva, aunque aseguró que son conscientes de las «dificultades» que entraña en el actual contexto de crisis económica, «bien distinto al del anterior Plan».
Aparicio concretó que, además de apostar por la cultura, habría que reforzar la «sólida» posición industrial y de servicios de la ciudad. «El objetivo es generar un volumen de valor añadido bruto de más de 2.000 millones de euros y entre 20.000 y 30.000 empleos hasta 2020». Y añadió que esta opción se vería «infinitamente favorecida» si se designase a Burgos como Capital Europea de la Cultura para 2016. «Esa cifra de empleos serían no sólo los directamente vinculados a la cultura, sino también los relacionados con servicios como la hostelería o la gastronomía, o los vinculados a la Universidad», matizó. Incluso aseguró -en declaraciones a los medios- que ello nos situaría a los niveles de algunas «ciudades envidiadas» del norte de Italia o el centro de Alemania.

Igualmente se refirió a la importancia que tendría el desarrollo de la industria agroalimentaria de Burgos «sin renunciar a su posición geoestratégica ni al cuidado del tejido industrial clásico asociado a distintos sectores en los que las empresas burgalesas están resistiendo mejor que otras a las dificultades económicas».
Además, el alcalde apuntó que el próximo 7 de abril se presentará públicamente el documento que servirá como hoja de ruta para el Plan Estratégico durante los próximos años. Y aseguró que ese día se darán cita no sólo los miembros de la junta directiva de este órgano, sino también algunos invitados como el codirector de las excavaciones de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, quien podrá explicar desde una perspectiva «menos convencional» la importancia que puede tener para una ciudad contar con esa «visión de futuro que vaya más allá del día a día por angustioso que éste sea en algunos casos». Pese a ello, calificó de «positivo» el balance de estos diez años de Plan Estratégico.