El espejo burgalés de Wikileaks

Francisco Santos, un informático burgalés especialista en seguridad, ofrece el servidor web de su casa para albergar una copia del famoso sitio de internet. No recibe ni un euro.

El espejo burgalés de Wikileaks recibió en pocos días más de 10.000 visitas.

No tenemos en tierras castellanas un informante ultra secreto que haya filtrado cables confidenciales a Wikileaks, pero sí alguien que ha respondido a la petición de ayuda lanzada por esta organización cuando los chicos malos de la informática comenzaron el acoso a su sitio de internet, la semana pasada. A través de los llamados espejos (mirrors, en inglés), la malherida página con los famosos cables diplomáticos pudo sobrevivir copiada en otras direcciones alternativas, de modo que si la original no funciona por causa de un ataque de los piratas, existen otras en las que se puedan consultar las escandalosas filtraciones que están trayendo más de un dolor de cabeza a los gobiernos de casi todo el mundo.

De apenas una decena de espejos creados en España, uno de ellos se encuentra en Burgos gracias al interés personal de Francisco Santos, un informático local especialista en seguridad. Técnicamente, no se trata de un asunto muy complicado ni tampoco es que Santos tenga línea directa con Julian Assange, el director -ahora detenido en Londrés por acusaciones de índole sexual- de esta organización. Simplemente, observó que Wikileaks solicitaba ayuda para crear espejos y ofreció un pequeño servidor web que tiene en su casa. La dirección es http://wikileaks.zilog.es. «Es solo un portátil que siempre dejo encendido. Solo tuve que enviar unos datos de acceso y al día siguiente Wikileaks copió todos sus archivos en mi servidor, fue algo muy sencillo», explica Santos, que tampoco recibe un solo euro por su ofrecimiento.